PRIMAVERA 2020
Empecé a realizar esta obra poco después de enterarme de la existencia del coronavirus. Circulaban ya en las redes imágenes de personal equipado con extraños equipos de protección; hospitales inflables y bodegas llenas de camas, que más que clínicas tenían la apariencia de ser depósitos de gente.
Presenciábamos la aparición de nuevos paisajes y personajes, que ciertamente tenían un tinte un apocalíptico e inquietante. Imágenes que se apoderaban de los medios y se colaban en nuestro imaginario.
Recuerdo copiarlas una y otra vez, como tratando de descifrar en los sucesos corrientes augurios de los tiempos venideros.
Poco tiempo después de iniciar la serie, y de forma que hasta hoy me resulta inexplicable, contraje Covid.
Al principio dejé de pintar porque no parecía buena idea trabajar con solventes y pigmentos al estár en riesgo los pulmones. Pero cuando pude volver a hacerlo ya no quise. Que las pinturas quedaran “sin terminar” me pareció casi una metáfora del momento actual.